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Anticipando el fracaso de OKC

En tan solo unos meses, la franquicia de Oklahoma ha pasado de un fracaso estrepitoso en forma de Big Three, a, según diferentes analistas, uno de los mejores proyectos de la NBA. Esta idea ha quedado en el sentir general de la gente, pero ¿Es cierta? ¿Ha evolucionado tanto el equipo del trueno esta agencia libre?

La historia de este año es bien conocida por todos. Tras un verano tildado como increíble, donde Sam Presti fue acusado de ladrón y propuesto como mejor GM de la historia, Paul George con Carmelo Anthony se unían a un Russell Westbrook abandonado, tras tener un año para hacer sus números y lograr el MVP sin ningún tipo de presión.

No obstante, el tiempo se encargó de poner a cada uno en su lugar. La temporada de OKC fue un rotundo fracaso con picos muy altos de nivel en la temporada regular no sirvieron para justificar la eliminación en 6 partidos contra un equipo que, si bien en nombres era inferior, tenía mucha más calidad como conjunto. Equipo liderado por Ricky Rubio, un Rookie con mucha responsabilidad y talento, y un francés que se alzaría con el DPOY.

Llegó el momento de echar las culpas, y, sin dudarlo ni un momento, Melo se las llevó prácticamente todas. Esto es razonable hasta cierto punto, puesto que el alero reconvertido a 4 tuvo una de las peores campañas que se le recuerdan a nivel profesional, pero ¿Fue únicamente su culpa? La baja de Roberson fue otro gran problema, que sirvió para señalar que el equipo perdió mucha defensa y parte de su capacidad… pero hay muchos más culpables que nadie se atrevió a señalar.

¿Fue Melo el culpable de todo?

Vuelve a llegar el periodo de vacaciones escolares, y con él, el hype, los grandes adjetivos para Presti, nuevas firmas, la misma ilusión o más que el año anterior, olvidando la desastrosa experiencia. Algunos catalogan a los nuevos Thunder dentro de los 4 mejores equipos, mientras otros se lanzan a la piscina, dándolos directamente como candidatos al anillo.

Al final la opinión se unifica en casi todos los casos: los Thunder son uno de los mejores equipos, pelearán por ventaja de campo en primera ronda y buscarán llegar a las finales.

Ahora bien. La renovación multianual de Paul George, deshacerse del lastre de Melo, y la llegada de Schroder son los 3 únicos cambios fundamentales. Por lo demás, el bloque se ha mantenido unido, sin movimientos tremendos. No han renovado (aún) a un jugador muy útil como Corey Brewer, y la llegada de Noel, Timothé Luwawu-Cabarrot, y Diallo, se antoja insuficiente para considerar a este equipo mucho más candidato de lo que fue el año pasado.

Andre Roberson, el argumento final para aupar a esta franquicia a la etiqueta de contender, continúa lesionado y sin fecha de regreso. Bien es cierto que cuando vuelva se notará muchísimo su presencia, pero en una conferencia que desde el primer partido va a ser una guerra a tumba abierta, no saber tan siquiera si el mejor jugador defensivo del equipo llegará a navidad es un problema.

Paul George #SeQueda

Si hay algo que no se puede poner en duda es el talento de Westbrook. Pero si se puede poner en duda su capacidad de ser generoso, y no solo esto, la capacidad que puede tener de ceder protagonismo, control de juego, y el ritmo del partido. Es un gran generador, que funciona mejor cuando lo rodean finalizadores o tiradores que necesitan poco balón, y sobre todo cuando él puede manejar a su gusto. Es un base anárquico, con las ventajas y desventajas que esto supone.

Schroder es todo lo contrario a lo esperado. Llega un jugador con porcentajes desde el perímetro por debajo del 30%, con unas sensaciones de su última temporada en Atlanta, de entrada, poco alentadoras. Sumamos además que es un base que necesita absorber muchísimo balón, teniendo muchos problemas para jugar sin él. Junto a todo esto, problemas en defensa que podrían catalogarse de graves. Un fit muy lejano a ser el ideal.

Naturalmente, no todo es malo en la llegada de Schroder. Desde la salida de Durant, los Thunder han tenido como generador único a RW. No tener otro jugador de garantías para dirigir el juego (PG13 anota, no dirige, Melo era un agujero negro, y el resto de piezas no eran del todo fiables) supuso este “protagonismo exagerado” en la figura del ‘0’.

Así, la llegada del alemán debería producir una situación muy diferente, con un Russell mucho más descargado en tareas relacionadas con dirigir la ofensiva. Si de algo puede presumir Dennis es de una gran visión de juego, que antes de su llegada a la NBA provocó comparaciones con jugadores como Rajon Rondo. Pasados los años, igual en el costado defensivo estas quedan muy grandes, pero tampoco se le ha podido ver en un ambiente competitivo, más allá de su primera temporada.

Por otro lado, debemos ver a un Westbrook mucho más finalizador, cortando a canasta y aprovechando la explosividad que su físico y juventud aún le permite. Deberá aprovechar también los espacios que Schroder abrirá, al margen de continuar vigilando a quien se encuentre abierto y pueda tirar, como son las figuras de George o Abrines.

Son muchas cuestiones que se pueden resolver con dos preguntas

- ¿Va a ser Westbrook capaz de ceder protagonismo?

- ¿Méritos individuales o rendimiento colectivo?

Si estas dos preguntas encuentran respuesta positiva, y de verdad RW está preparado para echarse a un lado permitiendo que otros ocupen parte de sus tareas, no solo veremos un equipo mucho más fluido, sino dos jugadores capaces de complementarse, aportando cosas el uno al otro.

La temporada pasada, y pese al boquete que suponía en muchas ocasiones Melo y en tantas otras Westbrook, el equipo estuvo en el top 10 del rating defensivo. Paul George, junto a un imprescindible Adams en la pintura, tapaban en mayor y menor medida las vergüenzas del resto del equipo. La adición de Corey Brewer, repescado en el buy out que protagonizó con los Lakers, sirvió para suplir al lesionado.

Uno de los argumentos más repetidos para justificar que este año llegarán a lo más alto es decir que Roberson estuvo lesionado, siendo Melo una carga inaguantable que no se podía disimular. Asumiendo que Anthony era una parte importante del problema, y que la diferencia con él y sin él en pista era muy visible, hay que señalar dos cosas: Roberson no es el mejor defensor del mundo, ni tampoco va a estar disponible en mucho tiempo.

Este asunto no es baladí, porque, mientras continúe lesionado, Westbrook y Schroder van a ser los titulares, teniendo problemas en defensa similares a los vividos por Portland hasta este mismo año. Esto no va a ser un caso excepcional, ya que la situación se puede alargar, como mínimo, hasta navidad.

Obviando de cualquier manera las semanas que necesitará Roberson para volver a un nivel correcto, su lesión no ha sido sencilla, y habrá pasado más un año lejos de las pistas. Cuando regrese, se encontrará a unos Thunder muy diferentes a los que dejó, teniendo que cubrir las carencias de Westbrook en todo momento, y muchos minutos también las de Schroder. Solo que este último no compensará con la anotación como intentaba Carmelo.

Para subir un nivel más en defensa, y colocarse a la altura de los mejores, necesitan algo más. Corey Brewer sigue sin contrato, y no se pueden permitir el lujo de dejar pasar a jugadores que aporten atrás. Están intentando deshacerse del lastre económico que supone Singler, pero aun lográndolo, la firma que genere ese espacio debe ser otro especialista defensivo, como puede ser el propio Brewer.

Roberson no hará de OKC la mejor defensa de la liga

Sam Presti puede presumir de tener siempre a su afición entregada, haga el movimiento que haga. Si traspasase a Westbrook por una piedra, probablemente también sería aplaudido, ya que esa piedra alcanzaría el nivel de Michael Jordan al cabo de unos años, y saldría como ganador.

Dejando de lado las bromas, si apartamos la aparición de Schroder a cambio de Melo, la agencia libre de los de Oklahoma ha sido normal tirando a mala. Sí, han renovado a Paul George, algo que hace unos meses no estaba nada claro, pero el resto de jugadores recién llegados traen más dudas que soluciones, y en OKC había muchos problemas.

Pívot para suplir a Adams: Steven es intocable en los esquemas, y parar muchos, era el tercer miembro del Big 3 a medida que avanzaba la temporada. Este año va a ser la tercera espada de forma oficial, pero no puede jugar los 48 minutos, porque, como es normal, es humano.

La solución fue un contrato por menos de 2 millones para Nerlens Noel. Aquel número 6 que de Philadelphia pasó a rechazar un contrato decente con los Mavs… para acabar comiendo perritos calientes en el banquillo.

La firma no es mala, y menos por ese sueldo. No obstante, han añadido a un vestuario animado un jugador con un ego bastante grande, con muy poca profesionalidad, que hace más ruido por sus acciones fuera de la cancha que dentro de ella. Tendrá minutos porque espacio en la rotación tiene, casi tanto como talento. Si tan solo logra amueblar la cabeza…

Luwawu-Cabarrot, Diallo y Nader: tres jugadores muy jóvenes que pueden aportar en los minutos que sobran tanto de 2 como de 3. Contratos bajos, riesgo bajo, sin mucho más que decir.

El problema viene cuando ninguno de los 3 está listo para ser un suplente de garantías. Tienen muchas carencias en el juego, y para un equipo que supuestamente es un contender o aspirante a ello, esto es algo que no se puede permitir. El desnivel que ya existía entre la primera unidad y la segunda no solo no se ha solucionado: ha aumentado.

El contexto competitivo desde el primer minuto tampoco va a permitir que crezcan al ritmo ideal. Con Luwawu ya se comprobó en los 76ers, al igual que Nader en los Celtics. Sus puestos ya están ocupados, tendrán pocos minutos por los que pelear, y no será nada fácil. Jugar para perder tampoco es un gran contexto, pero al menos permite a jugadores de este tipo pasar minutos en pista, que es lo que más necesitan. Son aptos para un equipo en reconstrucción, no tanto para uno que quiere pelear todo.

La opinión más generalizada con OKC es que se han convertido en un casi candidato al anillo, una superpotencia, siendo la mejora respecto al año pasado muy grande. Tras todo lo reflexionado, a título personal pienso que no, esto no es cierto.

Esta temporada va a estar repleta de dudas, en un equipo que no contará con su mejor defensor hasta pasados 2 meses (o más) de competición, donde cada partido cuenta para entrar de peor o mejor forma en PO. El Oeste se ha vuelto aún más duro (si era posible) y que se estire la baja de Roberson es lo peor que puede sucederles como franquicia.

Si esto fuese solo el único inconveniente, la cosa no estaría tan mal. Pero los problemas continúan, expandiéndose hasta los titulares que jugarán de 1 y de 2, Westbrook y Schroder. Depende completamente del jugador franquicia que su equipo vaya a mejor o a peor, de él y de su ego. Si quiere seguir pasando a la historia gracias a sus grandes números, sacrificará el rendimiento colectivo para lograrlos, y con ello, las opciones de éxito remotas.

La diversión en forma de problemas tampoco acaba aquí. Para mejorar la segunda unidad, Presti ha incorporado jugadores jóvenes, cargados de dudas, y que ni tan siquiera se sabe si rendirán de manera profesional o por el contrario seguirán montando un show. Noel, dos jugadores que han demostrado no estar listos, y un Rookie son los añadidos que pretenden transformar a OKC en un proyecto candidato a todo.

Aún se puede añadir un plus: la ausencia de veteranos. Tal y como está confeccionada la plantilla, y en un verano donde varios agentes libres que cumplían en edad y necesidad salían al mercado, OKC no ha atraído a nadie que verdaderamente pueda aportar a un vestuario que necesita guiar a los más jóvenes, e incluso no tanto. Una voz calmada y con muchísima experiencia, capaz de aportar minutos en pista, hubiese sentado de forma ideal a estos Thunder, repletos de juventud y gobernados por Westbrook (29) y George (28)

Tras todo esto, a título personal pienso que vamos a ver una temporada muy similar a la del año pasado: buenos números de Russell + triples dobles, un PG13 correcto, una estrella que no encaja del todo y que da problemas en defensa, y problemas en el cambio de la primera a la segunda unidad. Todo ello para ser eliminados en primera ronda por un equipo más hecho.

Pasado y presente. La franquicia no se caracteriza por tomar grandes decisiones

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